El Dólar de Nueva Zelanda (NZD) enfrenta presión contra el Dólar estadounidense (USD), cotizando alrededor de 0.5855 a principios de la sesión asiática del viernes. Esto marca una disminución del 0.18% en el día y representa el tercer día consecutivo de pérdidas para el par NZD/USD. Un notable fortalecimiento del Dólar estadounidense ha contribuido a esta tendencia a la baja, mientras los inversores esperan datos económicos clave de EE. UU. más tarde hoy, incluyendo el índice de gerentes de compras (PMI) S&P Global flash y el índice final de sentimiento del consumidor de Michigan.
Datos recientes del Departamento de Trabajo de EE. UU. indicaron una disminución en las solicitudes iniciales de desempleo, que cayeron a 213,000 para la semana que terminó el 16 de noviembre. Esta cifra es inferior al número revisado de la semana anterior de 219,000 y también supera las expectativas de 220,000. Este informe positivo del mercado laboral refuerza la opinión de que la Reserva Federal está en camino de mantener su postura actual de política monetaria, sugiriendo que la economía sigue siendo resistente.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha comunicado que no hay necesidad inmediata de reducir las tasas de interés, enfatizando que las señales económicas actuales no requieren acciones apresuradas. De manera similar, los comentarios de otros funcionarios de la Fed indican un enfoque cauteloso hacia los recortes de tasas, ya que la inflación parece estar en una tendencia a la baja. Este tono general de la Reserva Federal proporciona un apoyo adicional al Dólar estadounidense, lo que presenta desafíos para el NZD.
En contraste, las perspectivas económicas de Nueva Zelanda son más sombrías, con una creciente especulación de que el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) implementará un recorte de tasas de interés de 50 puntos básicos en su próxima reunión. Las preocupaciones sobre el lento crecimiento económico y un mercado laboral debilitado han llevado a los analistas a predecir este movimiento, que podría ejercer presión adicional de venta sobre el Dólar de Nueva Zelanda. A medida que el mercado responde a estos desarrollos, el equilibrio entre las dos monedas sigue siendo delicado.