La Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Tercer Circuito está examinando el rechazo de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) a la solicitud de Coinbase para regulaciones más claras en relación con las criptomonedas. En julio de 2022, Coinbase solicitó orientación a la SEC para definir cuáles activos digitales califican como valores, ya que se negocian a través de plataformas digitales. Sin embargo, la SEC negó esta solicitud a finales de 2023, lo que llevó a Coinbase a apelar por una respuesta mandatoria a su petición.
Durante una audiencia el 23 de septiembre, los jueces del Tercer Circuito cuestionaron la validez de la justificación de la SEC para su negación. El panel sugirió que la razón proporcionada por la SEC carecía de sustancia, insinuando un posible fracaso en justificar adecuadamente la decisión. El juez Thomas Ambro señaló que, si bien la SEC no está obligada a proporcionar una explicación extensa, debe ofrecer una justificación que tenga cierta sustancia. Caracterizó la negación de la SEC como algo vacío.
La negación de la SEC, contenida en un documento de dos páginas, fue criticada por Coinbase, que argumentó que la respuesta escueta era arbitraria e inadecuada, especialmente considerando la ola actual de acciones de cumplimiento contra empresas de activos digitales. La representación legal de Coinbase expresó preocupaciones de que la SEC no había logrado articular su razonamiento, particularmente a la luz de las regulaciones existentes que dificultan que las empresas de activos digitales cumplan.
Los jueces del panel destacaron la urgente necesidad de que la SEC establezca reglas claras para el sector de las criptomonedas. Enfatizaron las dificultades que enfrentan las empresas al intentar navegar regulaciones ambiguas que no se alinean con las características únicas de los activos digitales y las finanzas descentralizadas. El juez Ambro expresó confusión sobre la negativa de la SEC a llevar a cabo la elaboración de normas a pesar de sus esfuerzos de cumplimiento activos en la industria.
La SEC defendió su postura afirmando que sus proyectos y prioridades en curso jugaron un papel en su decisión de no participar en la elaboración de normas en este momento. Este último desarrollo señala una relación conflictiva entre las empresas de criptomonedas y los organismos reguladores, sugiriendo que el debate sobre pautas claras en el panorama evolutivo de los activos digitales está lejos de terminar.
