En el paisaje en rápida evolución de las criptomonedas, muchos emprendedores a menudo pasan por alto el aspecto crítico de la gestión de riesgos, particularmente durante los períodos de crecimiento del mercado. Si bien el enfoque tiende a estar en asegurar usuarios y aumentar el Valor Total Bloqueado (TVL) y el crecimiento a través de tecnologías innovadoras y marketing agresivo, la sostenibilidad a largo plazo de estas empresas depende de cómo manejan el riesgo. Las startups que operan en el sector emergente de la re-staking actualmente se encuentran en un momento crucial, donde una adecuada evaluación de riesgos podría significar la diferencia entre el éxito y ser etiquetadas entre los muchos fracasos de la industria durante la próxima caída del mercado.
Recientemente, los protocolos de re-staking líquido han visto un aumento dramático en el interés de los usuarios. La inversión total en estas plataformas se disparó de menos de 300 millones de dólares a impresionantes 15 mil millones de dólares en solo unos meses. Ether.fi se destaca como el jugador más grande en esta arena, con más de 5 mil millones de dólares en TVL en múltiples redes. A pesar de este rápido crecimiento, una parte significativa de Ethereum permanece inactiva en estas iniciativas de staking, lo que genera preocupaciones sobre la sostenibilidad del mercado y los fundamentos subyacentes que lo apoyan. Sin un marco robusto para la gestión de riesgos, hay potencial para repercusiones sustanciales tanto para las startups como para los usuarios.
El re-staking permite a los usuarios maximizar la utilidad de sus activos digitales al asignarlos a diversas aplicaciones descentralizadas en busca de recompensas adicionales. La emoción en torno a estos mecanismos innovadores se reavivó con el lanzamiento de la mainnet de EigenLayer, que permite a los usuarios re-stakear sus tokens a varios servicios a cambio de tokens de re-staking líquido (LRT) y recompensas de la plataforma. Esto, a su vez, ha impulsado una atmósfera competitiva entre los proveedores, cada uno compitiendo por atraer liquidez a través de campañas de marketing atractivas y estructuras de recompensas, a menudo ofreciendo incentivos sustanciales para captar el interés de los usuarios.
Sin embargo, las estrategias actuales empleadas, centradas en recompensas de tokens atractivas y posibles futuros airdrops, pueden no ser sostenibles a largo plazo. La historia ha demostrado que tales ofertas a menudo conducen a la decepción una vez que las estructuras de incentivos colapsan, dejando a muchos participantes con pérdidas. Los operadores en este nuevo sector están particularmente preocupados por la calidad de los Servicios Activamente Validados (AVS) que están recibiendo fondos de usuarios. A medida que la competencia se intensifica, existe el riesgo de que los proveedores sucumban a la tentación de asociarse con AVS menos confiables para asegurar rendimientos más altos. Esto podría llevar a severas penalizaciones, o «slashing», si estos servicios fallan.
Además, la naturaleza interconectada de estos sistemas de re-staking suscita alarmas sobre la posible repercusión de las brechas de seguridad. Un hackeo dirigido a un solo proveedor podría desencadenar una reacción en cadena, amenazando miles de millones en valor a través de redes mientras socava la confianza de los usuarios. Este escenario enfatiza la necesidad de un renovado enfoque en la gestión de riesgos dentro de la industria, incluso cuando la competencia fomenta la innovación.
La carrera entre proveedores puede generar beneficios sustanciales para el ecosistema de criptomonedas, siempre que vaya acompañada de una cuidadosa consideración del riesgo. Las empresas que priorizan la protección de sus tecnologías y fomentan un compromiso responsable por parte de los usuarios no solo soportarán las fluctuaciones del mercado, sino que saldrán más fuertes. A medida que entidades como EigenLayer y Symbiotic compiten por la relevancia en el mercado, su competencia impulsará avances tecnológicos y mejorará las experiencias de los usuarios, contribuyendo en última instancia a una industria más saludable y resiliente.