En septiembre, el índice oficial de gestores de compras (PMI) de manufactura de China aumentó ligeramente a 49.8, frente a 49.1 en agosto. Esta mejora señala una recuperación en la actividad de producción impulsada por mejores nuevos pedidos, aunque la lectura promedio del PMI para el tercer trimestre se mantuvo moderada en 49.4, permaneciendo por debajo del umbral crítico de 50 durante el sexto trimestre consecutivo. Esta tendencia sugiere un debilitamiento general de la actividad económica, particularmente en el sector industrial, donde los efectos estacionales pueden haber influido en los niveles de producción tras las interrupciones causadas por el mal tiempo.
El debilitamiento de la demanda interna se ha vuelto cada vez más evidente. El PMI de servicios cayó a 49.9, bajando por debajo de la marca neutral de 50 por primera vez desde finales de 2023, reflejando una estanqueidad en ese sector. Se informó que el promedio del PMI de servicios durante el tercer trimestre fue de 50, lo que indica un desempeño plano en medio de presiones deflacionarias en curso. Notablemente, la inflación del índice de precios al consumidor (IPC) parece haberse moderado en septiembre, en gran parte debido a una desaceleración en el crecimiento de los precios de los alimentos, así como a disminuciones en los costos de servicios y combustibles. Además, la deflación del índice de precios al productor (IPP) se ha profundizado, alcanzando una caída interanual del 2.5% en septiembre, la contracción más significativa en cinco meses.
A pesar de estos desafíos, es probable que las exportaciones netas se mantuvieran como un contribuyente positivo al crecimiento, aliviando en parte la presión económica causada por problemas en el mercado de la vivienda. Se proyecta que el crecimiento del PIB real para el tercer trimestre esté por debajo del 1%, lo que ha llevado a una revisión a la baja en las previsiones de crecimiento del PIB para ese período al 4.4% interanual, frente a una estimación anterior del 4.9%. Por otro lado, las perspectivas para el cuarto trimestre se han actualizado a un 4.8% interanual, reflejando nuevas medidas políticas destinadas a estimular la actividad económica. Reuniones recientes entre los formuladores de políticas indicaron un cambio hacia una postura de crecimiento más favorable, con indicios de que el banco central podría considerar implementar políticas monetarias más acomodaticias. Se espera que el gobierno también busque realizar emisiones adicionales de bonos para cumplir con el gasto fiscal y abordar los desafíos del mercado de la vivienda.