La libra esterlina ha mostrado una ligera recuperación frente a sus principales contrapartes después de la publicación de datos fabriles prometedores y un crecimiento esperado del PIB para agosto. A pesar de estas noticias positivas, la moneda enfrenta presión a la baja ya que los traders especulan que el Banco de Inglaterra (BoE) podría considerar recortes en las tasas de interés durante sus reuniones de política restantes de este año. Los inversores también están esperando con expectación los próximos datos del Índice de Precios al Productor (PPI) de EE. UU., que podrían influir en la estrategia de tasas de interés de la Reserva Federal.
Durante la sesión de trading del viernes en Londres, la libra reaccionó inicialmente de manera favorable a los informes económicos del Reino Unido. Sin embargo, la moneda luchó por mantener su impulso a pesar de que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estaba en línea con las previsiones, como lo indica un aumento del 0,2% tras la estancamiento en julio. La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) informó fuertes aumentos mensuales tanto en la Producción Manufacturera como en la Producción Industrial, con tasas de crecimiento del 1,1% y 0,5%. Sin embargo, las cifras anuales revelaron una contracción del 0,3% en Manufactura y del 1,6% en Producción Industrial, aunque a un ritmo más lento en comparación con meses anteriores.
Estos alentadores datos económicos han mejorado las perspectivas para la economía del Reino Unido, sugiriendo que el BoE podría adoptar un enfoque más gradual para el alivio de la política. La mayoría de los participantes del mercado anticipan que el banco central solo implementará un único recorte en las tasas de interés en sus próximas reuniones este año. Los próximos indicadores clave para la libra serán los datos de Empleo para los tres meses que terminan en agosto y el informe del Índice de Precios al Consumidor (CPI) para septiembre, que se espera que se publiquen pronto y tendrán un gran impacto en las expectativas del mercado respecto a las acciones del BoE en noviembre.
Frente al dólar estadounidense, la libra sigue bajo presión, cotizando cerca de un mínimo mensual de 1.3010. El Índice del Dólar de EE. UU. continúa manteniéndose alrededor de 103.00, impulsado por un reciente aumento en las lecturas de inflación del consumidor en EE. UU., que disminuyó las perspectivas de una reducción significativa de tasas por parte de la Reserva Federal el mes próximo. Las expectativas del mercado se inclinan hacia un recorte más modesto de 25 puntos básicos en su lugar. Todos los ojos están ahora en los próximos datos del PPI de EE. UU., que se anticipa que mostrarán una ligera desaceleración en la cifra anual, mientras que el PPI subyacente podría indicar un aumento más rápido.
En general, las perspectivas para el par GBP/USD parecen vulnerables, ya que cotiza por debajo de promedios móviles importantes y niveles clave de resistencia. Los analistas sugieren que una caída por debajo del nivel de soporte psicológico de 1.3000 podría señalar un mayor impulso bajista para la libra.