El par de divisas EUR/USD continúa su tendencia a la baja, cayendo a 1.0546 el jueves, lo que marca su valor más bajo desde noviembre de 2023. Este descenso ha alcanzado ahora cinco días consecutivos, impulsado principalmente por un dólar estadounidense robusto. Los inversores están monitoreando de cerca los próximos datos económicos, incluido el informe del Producto Interno Bruto (PIB) de la Eurozona, que se espera que revele una tasa de crecimiento del 0.4% para el tercer trimestre.
Las cifras del PIB anticipadas apuntan a un crecimiento modesto, con expectativas interanuales establecidas en 0.9%. Esto sugiere un entorno económico tibio dentro de la Eurozona, reflejando desafíos continuos. Los operadores estarán particularmente atentos a cómo estos números se alinean con el sentimiento del mercado, especialmente a la luz del fortalecimiento del USD, a menudo mencionado en el contexto de las dinámicas del mercado recientes relacionadas con los cambios en las preferencias de los inversores.
Todas las miradas están puestas en la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), quien está programada para hablar en una importante ceremonia de premios en París. Sus comentarios podrían proporcionar información sobre la futura política monetaria, especialmente en relación con la postura del BCE sobre los desafíos económicos. Al mismo tiempo, el presidente de la Reserva Federal de EE. UU. está programado para participar en un panel que discutirá perspectivas económicas globales, subrayando la naturaleza interconectada de los mercados internacionales.
En EE. UU., el Índice del Dólar se mantiene estable alrededor del nivel 106.60, impulsado por el aumento de los rendimientos del Tesoro estadounidense, que actualmente se sitúan en 4.31% para los bonos a 2 años y 4.47% para los bonos a 10 años. Estas tasas han ayudado a mantener una posición fuerte del dólar en medio de indicadores económicos fluctuantes.
Informes recientes muestran que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE. UU. aumentó un 2.6% interanual en octubre, alineándose con las previsiones del mercado. Las cifras mensuales indican estabilidad, mejorando aún más la narrativa económica general a medida que el IPC subyacente se mantiene estable, destacando el equilibrio en las presiones inflacionarias que impactan bienes y servicios de consumo.