Una encuesta reciente realizada por Sygnum, un banco suizo de criptomonedas, indica un cambio significativo en el sentimiento entre los inversores institucionales hacia el mercado de criptomonedas. La encuesta anual de Future Finance reveló que el 57% de los 400 inversores institucionales encuestados en 27 países tienen la intención de aumentar sus asignaciones a activos criptográficos en el futuro cercano. Notablemente, el 31% planea aumentar sus inversiones en el próximo trimestre, mientras que otro 32% pretende hacerlo en seis meses. A pesar de la tendencia general positiva, solo una pequeña fracción, el 5%, expresó planes de disminuir sus inversiones en criptomonedas.
La encuesta destaca un apetito de riesgo en desarrollo entre las instituciones, con una mayoría inclinada a mantener inversiones en un solo token, preferidas por el 44% de los encuestados. Esta preferencia contrasta con el 40% que prefiere una exposición en criptomonedas gestionada activamente. Además, el 36% de las instituciones que titubean en aumentar sus posiciones parecen estar esperando más claridad en el mercado o el momento óptimo antes de comprometerse.
La creciente claridad regulatoria ha desempeñado un papel fundamental en esta narrativa en evolución. Históricamente, las regulaciones inciertas y las políticas de inversión restrictivas han obstaculizado el interés de los inversores tradicionales en activos digitales. Sin embargo, a medida que las regulaciones se vuelven más explícitas, los inversores institucionales están expresando cada vez más interés en las criptomonedas, aunque las preocupaciones en torno a la volatilidad del mercado, la seguridad y la custodia continúan presentando desafíos.
Importante es que la encuesta encontró que el 81% de los inversores institucionales son optimistas respecto a que una mejor información sobre las criptomonedas podría llevar a aumentos en las asignaciones, lo que indica un cambio de enfoque de los obstáculos regulatorios a los riesgos específicos del mercado y las evaluaciones tecnológicas. Las preferencias de inversión se han desplazado notablemente hacia soluciones escalables de capa 1, influenciadas particularmente por criptomonedas establecidas como Bitcoin y tecnologías emergentes en la infraestructura Web3. Sin embargo, el interés en las finanzas descentralizadas ha disminuido debido a recientes brechas de seguridad que han perjudicado la confianza en esa área del mercado.
En general, las preferencias de los inversores institucionales han cambiado significativamente de activos tradicionales como bienes raíces a acciones, bonos corporativos y fondos mutuos, subrayando una transición más amplia en el panorama de inversión.