En un anuncio en las redes sociales, el presidente electo Donald Trump declaró planes para imponer aranceles sustanciales a los bienes de México, Canadá y China a partir de su primer día en el cargo. Indicó que se aplicaría un arancel del 25% a todas las importaciones de México y Canadá, junto con un arancel del 10% a los productos que provienen de China.
La razón de Trump detrás de estos aranceles surge de preocupaciones sobre el narcotráfico y la seguridad fronteriza. Criticó a China por no tomar medidas suficientes para frenar el flujo de drogas ilegales que entran a Estados Unidos desde México. Sostuvo que los aranceles se mantendrían en vigor hasta que haya una acción significativa por parte de China para abordar estos problemas con el control fronterizo.
El mercado respondió de inmediato a las declaraciones de Trump. El dólar estadounidense ganó impulso al alza frente a otras monedas importantes, marcando un aumento notable a medida que se acercaba al nivel de 107.50. Este desarrollo ilustra la reacción del mercado a los cambios anticipados en la política comercial y las relaciones internacionales influenciadas por la nueva administración.
Por el contrario, el dólar australiano, a menudo visto como un proxy para la actividad económica china debido a los vínculos comerciales, experimentó una caída frente a múltiples monedas. Esta caída refleja las preocupaciones más amplias del mercado sobre las posibles tensiones comerciales y su impacto en la economía. El par AUD/USD se registró en 0.6465, reflejando una disminución día a día del 0.51%, indicando un sentimiento bajista entre los inversores con respecto a las perspectivas económicas asociadas con estas propuestas de aranceles.
En general, la firme postura de Trump sobre la política comercial está destinada a crear ondas en el mercado y establecer el escenario para cambios en las dinámicas de las relaciones comerciales internacionales mientras se prepara para asumir el cargo.