El dólar neozelandés (NZD) enfrenta presiones a la baja, acercándose al nivel de 0.5880 durante la sesión de comercio asiática del martes. Este declive ha sido influenciado por las amenazas recientemente expresadas de aranceles adicionales por parte del presidente electo de EE. UU., lo que ha alarmado a los comerciantes. Los participantes del mercado también esperan con ansiedad la publicación del Informe sobre Vacantes de Empleo y la Encuesta de Rotación Laboral (JOLTs) de EE. UU. para octubre. Además, se esperan discursos de funcionarios de la Reserva Federal que proporcionen más información sobre la dirección de la política monetaria.
El lunes, representantes de la Reserva Federal enfatizaron la importancia de continuar reduciendo las tasas de interés a lo largo del próximo año. Sin embargo, no hubo un compromiso definitivo de recorte de tasas en la próxima reunión programada a mediados de diciembre. Un destacado funcionario de la Reserva Federal expresó su disposición a apoyar una reducción en los costos de endeudamiento, dependiendo de los indicadores económicos que se publiquen antes de la reunión.
En el ámbito de la manufactura de EE. UU., el Instituto de Administración de Suministros (ISM) informó sobre una leve mejora en las condiciones para noviembre, aunque el sector sigue permaneciendo en territorio de contracción. El Índice de Gerentes de Compras (PMI) de Manufactura del ISM subió a 48.4, un aumento respecto al 46.5 de octubre, y superó la cifra anticipada de 47.5. Estos datos reflejan desafíos continuos dentro del panorama manufacturero.
El próximo informe de Nóminas No Agrícolas (NFP), que se publicará el viernes, se espera que arroje luz sobre el estado del mercado laboral e influya en las perspectivas para las tasas de interés en EE. UU. Los analistas proyectan que se agregaron aproximadamente 195,000 empleos en noviembre, lo que podría impactar significativamente el sentimiento del mercado.
En un contexto más amplio, las implicaciones de posibles cambios en la política comercial bajo Trump son preocupantes para Nueva Zelanda. Los aranceles propuestos, que incluyen un gravamen del 25% sobre las importaciones de Canadá y México, junto con un arancel del 10% sobre bienes de China, podrían escalar hacia una guerra comercial global. Tales desarrollos representan riesgos para el NZD, dado el papel crucial de China como socio comercial de Nueva Zelanda.
