Un residente de California ha iniciado acciones legales contra tres bancos con sede en Asia, alegando que su negligencia al llevar a cabo controles financieros básicos permitió que estafadores lo defraudaran por casi $1 millón. La demanda, presentada en un tribunal de distrito de California, se centra en una estafa de inversión donde Ken Liem fue abordado a través de LinkedIn en junio de 2023 con respecto a una supuesta oportunidad de criptomonedas.
Según el equipo legal de Liem, fue convencido para transferir fondos durante varios meses a individuos que se hacían pasar por profesionales de inversión. Estos fondos supuestamente fueron depositados en cuentas de Fubon Bank Limited y Chong Hing Bank Limited en Hong Kong, así como en DBS Bank Limited con sede en Singapur. Luego, los estafadores supuestamente canalizaron el dinero a varias cuentas de terceros.
La demanda acusa a los bancos de no implementar procedimientos adecuados de Conozca a su Cliente (KYC) y de Prevención de Lavado de Dinero (AML), que son críticos para identificar y prevenir el fraude potencial. Los abogados de Liem sostienen que un examen exhaustivo de las cuentas debería haber generado alarmas sobre la legalidad de las transacciones, argumentando que los bancos probablemente eran conscientes del potencial de fraude dadas las evidentes discrepancias en las actividades financieras.
Los bancos también son acusados de violar la Ley de Secreto Bancario de EE. UU., que exige que las instituciones financieras mantengan registros detallados de las transacciones y informen sobre cualquier actividad sospechosa. Los abogados de Liem afirman que esta ley se aplica a los bancos involucrados, ya que DBS opera una sucursal en California y los otros dos bancos realizaron transacciones a través de su cuenta en una institución financiera de EE. UU.
Además, varias empresas con sede en Hong Kong asociadas con las cuentas son nombradas en la demanda, acusadas de malversar los fondos de Liem y de engañarlo sobre la inversión prevista. El demandante busca un juicio por jurado y solicita daños por un total de al menos $3 millones. Hasta ahora, los bancos y las empresas implicadas no han proporcionado respuestas públicas a las acusaciones.