El par de divisas EUR/USD está experimentando un rebote, cotizando alrededor de 1.0840 durante las horas de negociación en Asia el lunes, deteniendo una caída de tres días. Este cambio se produce mientras el dólar estadounidense enfrenta presión a la baja, principalmente debido a las preocupaciones sobre una desaceleración económica vinculada a las políticas comerciales de la administración Trump. Los participantes del mercado están esperando con atención la publicación de los datos preliminares del Índice de Gerentes de Compras (PMI) de marzo para la Eurozona, Alemania y los Estados Unidos, que se espera que proporcionen más información sobre el panorama económico actual.
Además de estos desarrollos, el euro también se está beneficiando de una mejor percepción del riesgo. Los recientes ajustes en la estrategia arancelaria de la Casa Blanca están contribuyendo a esta tendencia positiva. Informes indican que la administración podría reconsiderar ciertos aranceles específicos de la industria al mismo tiempo que implementa aranceles recíprocos dirigidos a países con fuertes asociaciones comerciales con los Estados Unidos, programados para entrar en vigor el 2 de abril.
Las dinámicas geopolíticas también están cambiando, con discusiones entre funcionarios ucranianos y estadounidenses en Riyadh destinadas a negociar un alto el fuego en el conflicto en curso. Con los esfuerzos en curso para estabilizar la situación, hay signos de relajación de tensiones. El Ministro de Defensa de Ucrania ha delineado medidas para salvaguardar la energía y la infraestructura, en medio de un próximo diálogo que involucra a representantes de Estados Unidos y Rusia.
Sin embargo, las perspectivas económicas de la Eurozona siguen siendo inciertas, principalmente debido al posible impacto de los aranceles recíprocos de Trump, que podrían afectar negativamente el crecimiento económico en la región. El Banco Central Europeo ha expresado inquietudes sobre los riesgos a la baja relacionados con la disputa comercial en curso, aunque también han restado importancia a las persistentes preocupaciones sobre la inflación en la Eurozona.
Alemania, un socio comercial crítico para los Estados Unidos, está lista para ser significativamente impactada por estas medidas arancelarias. El actual arancel del 2.5% sobre las importaciones de automóviles alemanes podría escalar hasta un 25% bajo las propuestas de Trump. En respuesta, el parlamento alemán ha aprobado iniciativas para expandir las capacidades de endeudamiento, con el objetivo de inyectar miles de millones de euros en la economía como un amortiguador contra los efectos anticipados de los aranceles estadounidenses.