El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda ha publicado su modelo de inflación del modelo de factores sectoriales para el cuarto trimestre de 2024, coincidiendo con el último informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de NZ Stats. La nueva cifra de inflación indica una continua disminución, reportando un aumento del 3.1% interanual para el cuarto trimestre, bajando del 3.4% en el tercer trimestre de 2024. El RBNZ monitorea de cerca estas métricas de inflación como parte de su estrategia para mantener una tasa de inflación objetivo de entre el 1% y el 3%.
En el mercado de divisas, el dólar kiwi experimentó una notable caída tras la publicación de la inflación por parte del RBNZ. Según los últimos datos, el par NZD/USD cayó un 0.44% durante la sesión de negociación, alcanzando mínimos intradía alrededor de 0.5650, reflejando la reacción de los inversores a las tendencias de inflación.
El modelo de inflación del RBNZ se enfoca de manera única en dos categorías de precios principales: bienes comerciables y no comerciables. Los precios comerciables son aquellos influenciados por las importaciones y los mercados globales, mientras que los precios no comerciables están asociados con bienes producidos localmente que no están sujetos a competencia extranjera. Este enfoque sectorial permite al RBNZ evaluar la inflación subyacente de manera más precisa al analizar las interacciones entre diferentes movimientos de precios.
La dinámica del mercado sigue evolucionando con factores externos que también influyen en el desempeño de la moneda. Desarrollos como tensiones geopolíticas y discusiones sobre la implementación de aranceles están complicando aún más el panorama económico. Por ejemplo, las recientes amenazas de aranceles por parte de funcionarios estadounidenses introducen incertidumbre adicional en las relaciones comerciales, lo que podría afectar indirectamente el desempeño del dólar neozelandés en el mercado global.
En general, a medida que las tendencias de inflación muestran signos de alivio, el RBNZ se mantiene vigilante en su evaluación de la estabilidad económica y los posibles impactos en la política monetaria en el futuro.
