El dólar australiano ha experimentado una caída continua frente al dólar estadounidense durante tres días tras la publicación de decepcionantes cifras del Índice de Precios al Consumidor (IPC). En diciembre de 2024, el IPC aumentó un 2.5% interanual, de acuerdo con las previsiones, pero el crecimiento trimestral del 0.2% para el cuarto trimestre coincidió con el rendimiento anterior, aunque no alcanzó el 0.3% anticipado por los analistas. La inflación anual del IPC cayó al 2.4%, por debajo del 2.8% en el trimestre anterior, sin cumplir con las cifras esperadas.
El Banco de la Reserva de Australia (RBA) señaló un IPC consistente dentro de su rango objetivo del 2-3%, manteniendo una perspectiva prudente sobre las tasas de interés. El IPC de media recortada aumentó un 3.2% interanual, el aumento más lento en tres años, cayendo por debajo del 3.3% esperado, pero todavía permanece por encima del objetivo del RBA. Dadas estas preocupaciones sobre la inflación que se están aliviando, la especulación sobre un posible recorte de tasas de interés en febrero ha cobrado fuerza.
Complicando los desafíos del AUD está la creciente aversión al riesgo vinculada a nuevas amenazas arancelarias de Estados Unidos. El gobierno de EE. UU. ha anunciado intenciones de imponer aranceles sobre varias importaciones, un movimiento destinado a fortalecer la manufactura nacional. Este desarrollo ha contribuido a las presiones sobre la moneda australiana, que es sensible a la dinámica económica global.
Actualmente, el dólar estadounidense se mantiene estable, con los observadores del mercado anticipando la decisión sobre tasas de interés de la Reserva Federal, proyectada para mantener las tasas en el rango del 4.25%-4.50%. El enfoque cauteloso de la Fed sugiere que las futuras direcciones de política estarán delicadamente equilibradas, especialmente a la luz de los aranceles propuestos en EE. UU. que podrían estimular tendencias inflacionarias.
En Asia, los indicadores económicos de China señalan luchas continuas, con el PMI manufacturero en declive y las ganancias industriales continuando en contracción. Estos factores podrían impactar aún más la economía de Australia, dada la estrecha relación comercial entre ambas naciones.
A medida que el par AUD/USD flota alrededor de 0.6230, el análisis técnico apunta hacia un cambio a un sesgo bajista, especialmente después de romper niveles clave de soporte. En contraste, la resistencia se sitúa en 0.6256; una recuperación más allá de este nivel podría señalar una posible reversión en el sentimiento hacia una perspectiva más alcista.