El par de divisas NZD/USD está experimentando una presión a la baja, comerciando alrededor de 0.5600 durante la sesión asiática. Esta caída marca la tercera sesión consecutiva de pérdidas para el Dólar Neozelandés (NZD), influenciada principalmente por los recientes datos económicos de China. El jueves, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de China reportó un aumento anual del 0.1% para diciembre, una ligera disminución respecto a la cifra de noviembre del 0.2%, alineándose con las previsiones del mercado. En comparación con el mes anterior, la inflación se mantuvo estancada en 0%, tras una disminución previa del 0.6%.
El Dólar Neozelandés enfrenta desafíos adicionales en medio de las expectativas de un significativo alivio monetario por parte del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ). Los analistas predicen que el RBNZ reducirá su actual tasa de interés en efectivo del 4.25% en hasta 50 puntos básicos en su próxima reunión de febrero, lo que pesará aún más sobre el NZD.
Concurrently, el Dólar Estadounidense (USD) continúa fortaleciéndose, apoyado por sentimientos restrictivos en torno a la trayectoria de la política de la Reserva Federal. El Índice del Dólar Estadounidense se mantiene estable cerca de 109.00, respaldado por recientes datos robustos del mercado laboral. Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo para la semana que terminó el 3 de enero cayeron a 201,000, superando la estimación de consenso de 218,000. Mientras tanto, el Cambio de Empleo ADP para diciembre aumentó en 122,000, aunque quedó por debajo del esperado 140,000.
Además, los rendimientos de los bonos estadounidenses a largo plazo están en aumento, con el rendimiento a 10 años subiendo al 4.73% y el de 30 años acercándose al 4.96%. Estas ganancias son en parte impulsadas por una fuerte oferta tras las conclusiones de las actas de la reunión de diciembre del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Los formuladores de políticas expresaron preocupaciones sobre la inflación y las posibles implicaciones de los desarrollos políticos, optando por un enfoque más cauteloso respecto a los recortes de tasas, reduciendo sus proyecciones iniciales para 2025 de cuatro recortes a dos.