Los precios del Oro han mostrado resiliencia tras un breve declive, apoyados por niveles de resistencia anteriores mientras los participantes del mercado esperan las perspectivas del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Los comentarios del discurso inminente de Powell pueden arrojar luz sobre la futura trayectoria de las tasas de interés, un elemento crucial que influye en los precios del Oro .
El viernes, el Oro repuntó, superando el nivel de $2,490 después de caer a un nivel de soporte técnico de $2,470 en la sesión anterior. La recuperación fue fortalecida por un dólar estadounidense más débil, que afecta inversamente al Oro , junto con una disminución en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. a largo plazo. La expectativa de posibles recortes en las tasas de interés en el futuro beneficia al Oro , ya que no produce pagos de intereses, aumentando su atractivo como activo.
El sentimiento del mercado sigue siendo cautelosamente optimista respecto al Oro antes de la intervención de Powell en el simposio de banqueros centrales en Jackson Hole. Los analistas del mercado anticipan la confirmación de las expectativas de que la Reserva Federal podría implementar recortes en las tasas de interés en su próxima reunión del 18 de septiembre.
Tras una fuerte caída de más del 1% el jueves, los precios del Oro subieron aproximadamente medio por ciento. Este descenso fue influenciado por una disminución en la probabilidad de un recorte significativo en las tasas de interés en septiembre, que cayó del medio 30% al medio 20% de la noche a la mañana, reflejando recientes datos económicos mixtos. Los datos preliminares del Índice de Gerentes de Compras (PMI) mostraron una caída modesta en la actividad económica, mientras que las solicitudes de subsidio por desempleo presentaron una imagen contradictoria, añadiendo complejidad al panorama económico.
Desde un punto de vista técnico, el Oro se ha retrocedido hasta la parte superior de su rango comercial anterior, proporcionando una base para la recuperación. La tendencia dominante a corto plazo sigue siendo alcista; sin embargo, si los precios caen por debajo del nivel de $2,470, la perspectiva podría cambiar negativamente. A pesar de las recientes fluctuaciones, el Oro sigue en una tendencia ascendente a largo plazo, lo que indica una fuerza subyacente sostenida.
Los inversores suelen preferir el Oro como una cobertura contra la incertidumbre económica y la inflación, y los bancos centrales reconocen cada vez más su valor manteniendo reservas significativas. A medida que las tensiones geopolíticas y la volatilidad del mercado influyen en la demanda, el papel del Oro como activo refugio sigue siendo subrayado, consolidando aún más su posición en las carteras de inversión.