Un exvicepresidente de finanzas de una empresa de investigación en criptomonedas ha recibido una sentencia de cuatro años de prisión tras confesar haber malversado casi 4.5 millones de dólares de la compañía. Durante una audiencia en la corte, el juez Michael P. Shea del Tribunal del Distrito de Connecticut ordenó a Dylan Meissner cumplir 48 meses en prisión, seguidos de dos años de libertad supervisada. Además, debe reembolsar más de 4.6 millones de dólares, que incluyen la cantidad robada y un préstamo no pagado.
Aunque el Departamento de Justicia no reveló el nombre de la firma, se confirmó que Meissner ocupaba su puesto en Delphi Digital cuando cometió los crímenes. En un memorando de sentencia, el abogado de Meissner hizo referencias a la empresa por su nombre, proporcionando un contexto adicional al caso. Meissner, que se desempeñó como vicepresidente de finanzas desde octubre de 2021 hasta su despido en noviembre de 2022, tenía acceso a las billeteras de criptomonedas y cuentas bancarias de la empresa.
En enero de 2022, Meissner consiguió un préstamo de 50 Ether (ETH), equivalente a aproximadamente 170,000 dólares en ese momento. Afirmó que el préstamo tenía como objetivo mitigar las pérdidas de sus inversiones personales en criptomonedas, pero no logró pagarlo. A lo largo del año anterior a su despido, malversó alrededor de 4.46 millones de dólares de la firma y falsificó documentos financieros para ocultar sus acciones.
Como parte de un acuerdo de culpabilidad alcanzado en julio, Meissner se declaró culpable de fraude electrónico y fue liberado inicialmente bajo una fianza de 100,000 dólares. Su fecha de reporte requerida para el encarcelamiento está programada para el 21 de febrero de 2025. El resultado de la sentencia fue menos severo de lo que la fiscalía había propuesto, que sugería un plazo de 6.5 a 8 años, mientras que la defensa de Meissner buscaba un período más corto de 4 a 5 años.
Los documentos del tribunal revelaron detalles sobre las luchas de Meissner con el abuso de sustancias, así como sus esfuerzos por mantener la sobriedad. No obstante, los fiscales subrayaron que sus acciones representaban un esquema calculado en lugar de un error impulsivo, argumentando que inicialmente tenía la intención de reemplazar los fondos robados cuando las condiciones del mercado mejoraran.