Numerosas organizaciones y empresas en el espacio de las criptomonedas se han unido para apoyar una demanda iniciada por una empresa de ropa con sede en Texas y el DeFi Education Fund contra la Comisión de Valores y Bolsa de EE. UU. (SEC). La demanda impugna la interpretación de la SEC sobre los activos criptográficos y resalta la falta de regulaciones claras. Nombres prominentes en la industria, incluidos Coinbase y varias firmas de capital de riesgo, han expresado su apoyo a través de un escrito amicus presentado el 28 de octubre.
El escrito sostiene que la SEC pasa por alto los efectos perjudiciales que sus acciones de ejecución tienen sobre empresas como Beba LLC, que enfrentan incertidumbre debido al clima regulatorio actual. Señala que la SEC ha enviado un fuerte mensaje de posible ejecución al iniciar múltiples acciones que clasifican el airdrop de activos digitales como «contratos de inversión», clasificándolos así como transacciones de valores.
Presentada en marzo, la demanda tiene como objetivo lograr un fallo declarativo que afirme que la política no escrita de la SEC, que sugiere que la mayoría de las transacciones de activos digitales deben tratarse como valores, no es exigible. El caso gira notablemente en torno al airdrop del token digital de Beba, BEBA, que la SEC ha etiquetado como una violación de la Ley de Valores de 1933.
En respuesta a la demanda, la SEC solicitó su desestimación, argumentando que el caso se basaba en una premisa infundada y carecía de claridad sobre las supuestas violaciones de la política. Sin embargo, los partidarios de la demanda argumentan que ha demostrado de manera efectiva una preocupación válida sobre el significativo riesgo de acciones de ejecución y el daño asociado.
Además, otras organizaciones como el Texas Blockchain Council enfatizaron que la SEC ha estado participando en numerosas acciones de ejecución mientras no proporciona claridad regulatoria esencial a través de procesos de elaboración de normas establecidos. Un escrito amicus separado de un grupo de expertos en políticas criptográficas también apoyó la noción de que el enfoque regulatorio actual deja a las entidades con pocas vías para abordar sus quejas, obligándolas a depender del sistema judicial.