En el último año, los australianos han sufrido pérdidas financieras significativas debido a estafas de criptomonedas, totalizando aproximadamente $122 millones (alrededor de $180 millones AUD). Esta alarmante estadística proviene de un informe liberado por la Policía Federal Australiana (AFP), que destaca el problema más amplio de las estafas de inversión, que ascienden a $269 millones (aproximadamente $382 millones AUD) en pérdidas totales. Notablemente, casi la mitad de estas estafas estaban relacionadas con criptomonedas.
El informe señala una sorprendente tendencia demográfica, revelando que casi el 60% de los afectados por estas estafas son individuos menores de 50 años. Esto marca un cambio en el perfil de las víctimas de estafas, que tradicionalmente se creían que eran australianos mayores que a menudo son más vulnerables a los esquemas fraudulentos. La AFP ha identificado ciertas tácticas modernas de estafa que han ganado tracción, en particular el «pig butchering» y la tecnología deepfake.
El pig butchering es un método en el que los estafadores establecen una conexión personal con las víctimas a través de redes sociales u otras plataformas antes de finalmente persuadirlas para que inviertan en negocios falsificados. Mientras tanto, la tecnología deepfake emplea inteligencia artificial para crear audio y video realistas de personalidades conocidas, incluyendo celebridades, para promover oportunidades de inversión engañosas. Entre las figuras más explotadas se encuentra Elon Musk, cuya semejanza se utiliza a menudo para dar credibilidad a estos esquemas fraudulentos.
Las agencias de aplicación de la ley creen que las cifras reportadas pueden representar solo una fracción de las pérdidas reales, ya que muchas víctimas no se dan cuenta de que han sido estafadas o se sienten avergonzadas de reportar sus experiencias. La AFP advierte que las estafas que prometen altos retornos con poco riesgo deben ser abordadas con escepticismo, ya que estos avances a menudo financian otras actividades criminales, como el lavado de dinero.
Además, datos recientes de Scamwatch indican que las estafas de inversión, incluidas aquellas no exclusivamente relacionadas con criptomonedas, continúan siendo una fuente importante de pérdida financiera entre los australianos, con informes que indican más de $68 millones (aproximadamente $100 millones AUD) perdidos solo en el año actual. Por el contrario, los datos de Scamwatch sugieren que la mayoría de las víctimas en esta categoría son mayores de 50 años, subrayando aún más la complejidad del panorama de estafas en Australia.