El par NZD/USD está experimentando un movimiento ascendente, respaldado por crecientes expectativas de que la Reserva Federal iniciará un suavizado gradual de la política en 2025. Datos recientes sugieren que hay casi un 90% de probabilidad de que la Fed mantenga las tasas de interés en su nivel actual en enero. Sin embargo, el dólar neozelandés podría enfrentar depreciación ya que las proyecciones indican que es probable una reducción de 50 puntos básicos en la tasa por parte del Banco de Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) en febrero.
Durante la sesión de trading asiática del lunes, el NZD/USD subió por segundo día consecutivo, operando alrededor de 0.5660. El dólar estadounidense permaneció bajo presión tras la publicación de los datos del Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal (PCE), que revelaron que la inflación subyacente del PCE para noviembre aumentó un 2.8% en comparación anual, quedando por debajo del 2.9% esperado. La inflación subyacente mes a mes creció un modesto 0.1%, también por debajo de las estimaciones de 0.2%, reflejando una desaceleración en el aumento de precios.
Los datos de inflación moderada han reforzado el sentimiento del mercado de que la Reserva Federal podría desacelerar su ritmo de ajustes en las tasas de interés en el futuro. Las proyecciones actuales indican una fuerte creencia de que la Fed mantendrá las tasas de interés en un rango del 4.25% al 4.50% en enero, dada la falta de presión inflacionaria.
Por otro lado, las perspectivas para el dólar neozelandés parecen estar restringidas por un rendimiento económico decepcionante. Las cifras recientes del PIB revelaron una contracción del 1.0% en comparación trimestral para el tercer trimestre, mejorando ligeramente de una disminución revisada del 1.1% en el segundo trimestre, pero significativamente peor que la caída anticipada del 0.4%. En comparación anual, el PIB cayó un 1.5%, lo que fue más severo que las estimaciones anteriores y señala una recesión más profunda de lo que se pensaba anteriormente. Como resultado directo de estos indicadores económicos debilitados, las expectativas han aumentado para un suavizado más agresivo de la política monetaria por parte del RBNZ, con una reducción sustancial de las tasas esperada en su próxima reunión.