El jueves, la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, abogó por una reducción en la tasa de política de la Fed, citando una disminución en la inflación y una desaceleración en la actividad económica. Ella notó que la decisión sobre el alcance de un posible recorte de tasas en septiembre sigue siendo incierta y que se necesitan más datos, especialmente a la luz del próximo informe del mercado laboral y las estadísticas del índice de precios al consumidor.
Daly enfatizó la necesidad de que el banco central ajuste sus políticas en respuesta al cambiante panorama económico. Aunque reconoció que el mercado laboral ha mostrado signos de enfriamiento, afirmó que sigue siendo robusto y requiere protección para mantener su salud. Expresó precaución ante los riesgos de implementar una política monetaria demasiado estricta, que podría agravar inadvertidamente cualquier desaceleración en el mercado laboral.
También comentó sobre las preocupaciones en curso relacionadas con la estabilidad de precios, indicando que la inflación sigue siendo una de las principales prioridades para muchas personas y empresas. Según sus observaciones, aunque las empresas están siendo cautelosas con las prácticas de contratación, aún no han recurrido a despidos masivos. Daly describió a la economía como estar en un punto de inflexión crítico y reconoció que los datos esperados podrían mostrar una volatilidad significativa. Si bien la Reserva Federal es capaz de tomar acciones decisivas cuando las perspectivas económicas son estables, indicó que la situación actual sigue siendo impredecible.
El mercado pareció responder a sus declaraciones, ya que el dólar estadounidense enfrentó una renovada presión de venta contra sus principales competidores. El índice del dólar estadounidense registró una ligera disminución del 0.08%, negociándose alrededor del nivel de 101.30. El sentimiento general en torno al dólar sugiere un enfoque cauteloso por parte de los inversores a la luz de los posibles ajustes de política de la Fed.