El dólar estadounidense ha experimentado un aumento durante la cuarta sesión consecutiva, impulsado por datos económicos favorables y tensiones geopolíticas crecientes en Medio Oriente. El índice DXY alcanzó recientemente 101.93, reflejando un fuerte impulso general.
Informes recientes revelaron que el sector de servicios del ISM mostró resultados alentadores con precios mejorados y nuevos pedidos, aunque las cifras de empleo indicaron una disminución, cayendo en contracción. La atención del mercado se está desplazando ahora hacia los próximos datos sobre nómina de EE. UU., con analistas anticipando un aumento de aproximadamente 150,000 empleos para las nóminas no agrícolas, en comparación con la cifra anterior de 142,000. Las expectativas también sugieren que la tasa de desempleo y los ingresos por hora deberían mantenerse estables en 4.2% y 3.8% interanual, respectivamente.
La posibilidad de datos laborales más fuertes podría llevar a los mercados a reconsiderar su perspectiva menos agresiva, apoyando más ganancias en el USD. Sin embargo, las correcciones recientes en el valor del dólar sugieren que los riesgos podrían desarrollarse en cualquier dirección. Un informe de empleo decepcionante podría llevar a una disminución en la fortaleza del dólar, potencialmente invirtiendo su reciente trayectoria ascendente.
Además, los indicadores de impulso diario siguen siendo positivos, aunque el índice de fuerza relativa (RSI) muestra signos de moderación. Esto podría indicar un período de consolidación a lo largo del día. Los niveles clave de resistencia se identifican en 101.90—representando la media móvil de 50 días y un nivel significativo de retroceso de Fibonacci—y 102.50. El soporte inmediato se puede encontrar en 101, destacado por la media móvil de 21 días, y en 100.20, reflejando los mínimos recientes. El mercado permanece atento a medida que estos indicadores económicos se despliegan, dando forma a los movimientos futuros del dólar estadounidense.