El jueves, el peso mexicano hizo una notable recuperación frente al dólar estadounidense, tras un día turbulento que inicialmente lo vio caer a un mínimo de un mes. En un giro sorprendente, las compras técnicas provocaron un rebote, resultando en una ganancia promedio de aproximadamente medio por ciento entre los principales pares de comercio del peso, incluyendo USD/MXN, EUR/MXN y GBP/MXN. Este resurgimiento puede estar relacionado con un renacer en las actividades de carry trade, influenciado particularmente por la reciente caída del yen japonés.
La reciente fortaleza del peso mexicano parece ser sorprendente, especialmente considerando los indicadores económicos negativos prevalecientes. Se cree que la depreciación del yen reaviva el interés de los inversores en el carry trade, donde se toman fondos prestados en monedas de bajo interés e invierten en monedas que ofrecen mayores retornos, como el peso. Esta dinámica es particularmente atractiva dado que las tasas de interés de México están actualmente establecidas en 10.50% por el Banco de México, en marcado contraste con el mero 0.25% de Japón.
En un escenario típico de carry trade, los inversores tomarían prestado en yen japonés para invertir en el peso mexicano. El beneficio surge de la diferencia en las tasas de interés, que se sitúa en 10.25% considerando los rendimientos actuales. Si el yen continúa debilitándose o el peso fortaleciéndose, los retornos de tales transacciones seguirían aumentando.
Sin embargo, las perspectivas para el peso no están exentas de desafíos. Las cifras económicas publicadas esta semana revelaron disminuciones significativas tanto en la Actividad Económica como en las Ventas Minoristas en agosto, sugiriendo un paisaje económico deteriorado. Esta tendencia corrobora las predicciones del Fondo Monetario Internacional para un crecimiento lento en México durante 2024 y 2025. Estos vientos económicos en contra podrían obligar al Banco de México a contemplar una reducción de las tasas de interés, lo que podría disuadir la inversión extranjera.
Además, las incertidumbres en torno a las próximas elecciones en EE. UU., especialmente con el ex presidente Donald Trump recuperando tracción, plantean riesgos adicionales para el peso. La postura de Trump sobre el uso de aranceles para restringir importaciones, particularmente sobre productos mexicanos, podría ejercer más presión sobre la moneda.
A medida que el par USD/MXN retrocede después de acercarse al nivel de 20.00, se mantiene dentro de un canal de tendencia ascendente. El Índice de Fuerza Relativa indica un mantenimiento del impulso alcista, sugiriendo que cualquier retroceso actual puede ser solo una breve interrupción antes de que la tendencia se reanude y posiblemente alcance nuevos máximos. Tras un reciente breakout por encima del máximo del 1 de octubre de 19.83, se establecieron objetivos hacia el pico del 10 de septiembre de 20.13.