El West Texas Intermediate (WTI), el punto de referencia para el petróleo crudo de EE. UU., experimentó una caída a aproximadamente $74.10 en las operaciones iniciales del viernes. Esta caída fue influenciada por comentarios recientes del ex presidente Donald Trump, quien indicó su intención de solicitar a Arabia Saudita y a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC) que reduzcan los precios del petróleo.
Los comentarios de Trump han agregado una capa de incertidumbre respecto a la fijación de precios futuros para el WTI. Al dirigirse a una audiencia en el Foro Económico Mundial en Davos, hizo una declaración clara sobre su expectativa de que la OPEC reduzca los costos del petróleo. Esta postura genera preocupaciones entre los comerciantes sobre posibles aranceles y políticas energéticas que podrían afectar la dinámica del mercado.
Complicando aún más la perspectiva del WTI está la anticipación de un aumento en la producción de petróleo en EE. UU. Durante la administración de Trump, se declaró una emergencia energética nacional, lo que permitió la aprobación acelerada de varios proyectos de energía que normalmente requerirían largos procesos de permisos. Este posible aumento en la producción puede ejercer presión adicional a la baja sobre los precios del WTI en un futuro cercano.
En el contexto de la oferta, las reservas de petróleo crudo de EE. UU. han continuado disminuyendo, marcando la novena semana consecutiva de niveles de existencias en caída. Según el último informe de la Administración de Información Energética (EIA), las reservas de crudo de EE. UU. disminuyeron en 1.017 millones de barriles en la semana que terminó el 17 de enero. Esta caída sigue a una disminución anterior de 1.962 millones de barriles, aunque las cifras más recientes no alcanzaron el consenso del mercado, que anticipaba una reducción de 2.1 millones de barriles.
Es probable que los comerciantes permanezcan atentos a los pronunciamientos de política de Trump en los próximos días. Además, se espera que se publique más tarde hoy la lectura preliminar del Índice de Gerentes de Compras (PMI) de S&P Global de EE. UU. para enero. Un resultado decepcionante de este informe podría debilitar el dólar estadounidense, ofreciendo potencialmente algún apoyo a los precios de las materias primas denominadas en dólares estadounidenses, como el petróleo.